Alejandra Valencia, de arquera por casualidad a leyenda viviente del deporte

Alejandra Valencia Trujillo es en la actualidad, a sus 29 años de edad, una de las mejores arqueras del orbe y de las mayores exponentes del deporte mexicano por sus innumerables y plausibles logros; sin embargo, en el marco de sus cuartos Juegos Olímpicos, pocos podrían imaginar que la multimedallista internacional se considera una persona común y que llegó al deporte por mera casualidad.

“Soy una persona que le gusta comer y dormir mucho, un poquito sentimental y a veces enojona; en resumen soy una persona normal y común. Lo que creo que me mantiene en el deporte hasta la fecha es que soy muy competitiva, curiosa y decidida por lograr mis metas.

“Yo llegué por curiosidad y casualidad al tiro con arco, porque yo no conocía el deporte en sí. En una ocasión, mi hermana tuvo un accidente y fuimos a pedir ayuda a personas que estaban entrenando en ese momento, fue cuando descubrí el deporte. Me gustó mucho, por lo que decidí quedarme y seguir tirando; también hice natación, pero elegí el tiro con arco”, relató la sonorense.

Su historia deportiva comenzó a los ocho años, y seis después comenzó a representar a México, momento en el que se percató de que podría tener una grandiosa carrera en el alto rendimiento si se lo tomaba en serio y se entregaba en cuerpo y alma al deporte. En 2010 entró a la selección mayor y dos años más tarde compitió por primera vez en unos Juegos Olímpicos, donde las competencias le dieron una gran lección.“Londres 2012 me ayudó mucho a crecer y darme cuenta de muchas cosas, ya que fueron mis primeros Juegos Olímpicos, a donde llegué con muchas expectativas. Batallé mucho, de hecho pensé en no volver a tirar, dejé de hacerlo por un tiempo y después me di cuenta que lo que me faltaba era la preparación mental. Desde entonces entrené mucho ese aspecto para llegar a Río 2016 de otra manera.